Hacía tiempo que no veía a nadie planchando en los anuncios en la tele, y verdaderamente me sorprende que se recurra a esta actividad para anunciar un teléfono móvil dirigido a mujeres, o a hombres. Echando un vistazo general a la publicidad cotidiana es facil apreciar que la mayoría de productos relacionados con el cuidado de la familia, el hogar y las compras están dirigidos a mujeres; y por contra, los anuncios de tecnología, asociados al lujo y a la clase tienen como destinatarios a los hombres jóvenes, o de mediana edad vestidos como para ir a recoger un premio de alfombra roja.
Este anuncio vuelve a caer en el exhibicionismo gratuito del cuerpo de la mujer, realizando una tarea que viene a perpetuar los estereotipos de género, a saber, mujer en casa ocupada en tareas domésticas, pero esta vez con el añadido de la sensualidad de la chica, y de su cuerpo, pues su rostro apenas aparece en los planos.
Anunciar un telefono movil, ni su "delgadez" no tendría porqué reproducir estereotipos, ni mucho menos, fomentar la desigualdad que de ellos se desprende. Por eso un contraanuncio podría ser el siguiente:
El visionado de los anuncios no deja lugar a dudas. Su mayoría están
dirigidos a mujeres blancas, jóvenes, activas, dedicadas al cuidado del
hogar, de la familia y de la alimentación, que dicho sea de paso , es
más exigente para ellas mismas (productos bajos en calorias o reductores
de grasa) que para el resto de la familia.
Los productos que ofrecen son mayormente utensilios y productos de
limpieza, o productos dirigidos al cuidado personal. Estos últimos
persiguen siempre un canon de belleza muy exigente, pues están pensados
para ir contra natura, a saber, antiarrugas, anticelulíticos,
adelgazantes y rejuvenecedores.
Con frecuencia se repite el estereotipo de mujer cuidadora y
solucionadora de toda adversidad ( barrita mágica para niño que se hace
daño, ayudante en los deberes escolares, haciendo la compra de la
familia, la limpieza de la casa, la plancha, y ocupando el asiento del
acompañante en el coche....), y en el único anuncio donde ocupa el lugar
principal en la mesa en la cena y está ejerciendo con autoridad su
papel de madre, resulta ser burlado por pareja e hijo de igual
modo....lamentable!!!!
Eso sin hablar de los hipersexualizados estereotipos de género en los
anuncios de desodorante, perfumes, y productos asociados al lujo.
Estos últimos, a mí entender, son fácilmente reconocidos como
caricaturas por las personas adultas. Pero mucho me temo que estén
sirviendo como modelo a seguir por las personas más jóvenes y que aún
están construyendo su propia identidad.
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